Tratamiento Térmico para Industria Mecánica
Tratamiento Térmico
Tratamiento Térmico para la Industria Mecánica
Se trata de variar la temperatura del material pero sin variar la composición química.
Mejora de las propiedades a través del tratamiento térmico
Las propiedades mecánicas de las aleaciones de un mismo metal, y en particular de los aceros, reside en la composición química de la aleación que los forma y el tipo de tratamiento térmico a los que se les somete. Los tratamientos térmicos modifican la estructura cristalina que forman a los aceros sin variar la composición química de los mismos.
Tratamiento Térmico del acero
El proceso de endurecimiento del acero consiste en el calentamiento del metal de manera uniforme a la temperatura correcta (ver ejemplos) y luego enfriarlo con agua, aceite, aire o en una cámara refrigerada. El endurecimiento produce una estructura granular fina que aumenta la resistencia a la tracción (tensión) y disminuye la ductilidad. El acero al carbono para herramientas se puede endurecer al calentarse hasta su temperatura crítica, la cual se adquiere aproximadamente entre los 790 y 830 °C, lo cual se identifica cuando el metal adquiere el color rojo cereza brillante. Cuando se calienta el acero la perlita se combina con la ferrita, lo que produce una estructura de grano fino llamada austenita. Cuando se enfría la austenita de manera brusca con agua, aceite o aire, se transforma en martensita, material que es muy duro y frágil.
Tratamiento térmico de las aleaciones de aluminio
Los tratamientos térmicos básicos de mejora de propiedades de las aleaciones de aluminio son los tratamientos de que prodemos realizar con los generadores de inducción. Conocidos como Temple, revenido, recocido y normalizado.
Tratamientos Térmicos de los metales
Con estos tratamientos mejoraremos las propiedades de nuestros metales.
Temple: El temple se utiliza para lograr conseguir aceros de alta dureza. Elevamos la temperatura del acero hasta unos 1000 grados y después lo sometemos a un enfriamiento rápido y brusco continuo, con lo que aumentaremos su dureza.
Revenido: El tratamiento térmico revenido sigue al temple. Una vez que ya le hemos dado al acero una dureza alta nos encontraremos con el incoveniente de que el material resultante es frágil porque existen tensiones internas. Por ello con el revenido calentaremos la pieza hasta cierta temperatura para reducir esa tensión interna y evitar su fragilidad. Se enfriará rápidamente y conseguiremos una pieza en perfectas condiciones.
Recocido: El recocido es igual que el temple solo que esta vez en vez de enfriarlo brúscamente lo enfriaremos lentamente, poco a poco, con suavidad. Su utilidad es la misma que el revenido, quitar los defectos. Esto quiere decir que eliminaremos la tensión interna y le daremos mayor dureza a nuestra pieza.
Normalizado: Con el normalizado calentaremos hasta una temperatura crítica y mantendremos en esa temperatura el amterial durante un largo periodo de tiempo para que su estructura interna se vuelva uniforme.